31 julio, 2020
Según los expertos, este es uno de los principales factores que ayudan a crear un sentimiento de pertenencia, y por tanto una mayor productividad en las empresas es un ambiente laboral agradable.
El concepto “clima organizacional” está conformado por la relación de la empresa con sus empleados en el día a día, las gestión de las normas internas, la comunicación interna, la capacitación según necesidades, la retribución por desempeño y todas las acciones y procesos que afecten el ambiente de trabajo. Actualmente éste es uno de los activos más importantes de los negocios.
Cuando existe un clima laboral negativo es posible que se vaya deteriorando la imagen de la empresa, la calidad de sus productos y servicios. Los niveles de productividad y calidad empiezan a disminuir, haciendo que el crecimiento y desarrollo de la organización sea más lento.
Expertos indican que tomar pequeñas decisiones todo el tiempo, como pensar qué ponerte todos los días para ir a trabajar, crea una “fatiga de la decisión”, lo que impide que estemos preparados a tomar decisiones más importantes. Contar con un uniforme corporativo evita que los empleados tengan esa fatiga y conlleva al aumento de la productividad.
La ropa de trabajo es un signo de distinción que facilita la identificación de los roles de los trabajadores. En el trato directo con los clientes y proveedores, el uniforme es una herramienta muy útil que simplifica el reconocimiento de cada puesto.
Definitivamente para los colaboradores usar uniforme significa un enorme ahorro tanto de dinero como de tiempo. Ya que no tendrán que destinar parte de sus ingresos en comprar prendas para ir a trabajar y además ahorrarán tiempo pensando en qué prendas ponerse cada día. Esto puede llegar a ser un incentivo salarial para un gran número de trabajadores.
Los códigos que establecen cómo un empleado debe ir vestido a su lugar de trabajo son siempre problemáticos. Realizarlos requiere mucho tiempo y esfuerzo, los límites no siempre quedan claros y pueden crear sentimientos de rechazo e inconformismo en aquellos empleados a los que se les comunica que su atuendo no es apropiado. Un uniforme personalizado elimina todos estos pequeños inconvenientes y es recibido con agrado por parte de los trabajadores, que ven en él un beneficio más que un inconveniente.
Además, los uniformes corporativos ayudan a fomentar la unidad y el trabajo en equipo. Muchos estudios aseguran que cuando nos vestimos de la misma forma que los demás compañeros se genera un sentimiento de igualdad y unidad, lo que fomenta la colaboración, buenas relaciones y trabajo en equipo.
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