¿Cómo relacionar la imagen corporativa con la personal?

31 mayo, 2018

Reflejar la identidad de tu empresa empleadora en tu estilo personal no es imposible. Aprende en esta nota cómo lograrlo.

El primer objetivo de todo empresario debe ser definir la cara de su negocio para después diseñar una imagen propia. La imagen provoca un fenómeno que, en palabras de Luigina Campos, consultora de imagen, se le puede denominar “éxito en cadena”. Todo empieza en que si el líder hace bien las cosas, sus colaboradores lo reconocerán y se verán automáticamente motivados a seguir su ejemplo.

El hecho de ser tu propio jefe o la cabeza de una corporación, no te da potestad de hacer lo que desees. El resultado de tu negocio está íntimamente ligado con la imagen que desees proyectar. Lo ideal es tener coherencia entre la imagen corporativa y la personal para ser un imán que llamé no solo intereses de asociados, sino también posibles negocios y oportunidades. Aunque mejorar tu imagen requiera de un gran esfuerzo, vale la pena asesorarse para saber cómo hacerlo. Si quieres que un cliente vuelva a tu negocio, debes dejar huella en su mente y en su experiencia y ambas deben ser positivas para lograrlo.

Logra la coherencia entre ambas imágenes con estos consejos:

  1. Exponer las bondades de la empresa por medio de la imagen: el logo debe tener colores que emitan lo que quieres proyectar o que den una idea sobre el giro del negocio. Por ejemplo, si es una empresa de energía, el amarillo o en naranja funcionan. Si es un bufete de abogados podría funcionar el azul oscuro.
  2. Revisar que la misión esté acorde con la imagen corporativa: la misión debe verse reflejada en los objetivos de la compañía y debe ser evidente para tus clientes. Invertir en uniformes, papelería y demás productos de calidad para completar tu imagen corporativa debe ser una prioridad.

Catálogo Alfileri 2024

Identidad de tu empresa

Identidad de tu empresa

Reflejar la identidad de tu empresa empleadora en tu estilo personal no es imposible.

  1. Garantizar coherencia entre lo que dices y tus acciones: no puedes exigir pulcritud en tus colaboradores, mientras tú te presentas desaliñado y confiado, solo por ser el jefe. Recuerda que se enseña con el ejemplo y las compañías que triunfan son aquellas que tienen a sus líderes en el timón del barco.
  2. Lograr relación entre lo que proyectas y lo que sabes: no hay mejor forma de ser un experto en algo, que apasionarse por eso. Solo apasionándote podrás entender y saber cada detalle de tu negocio o producto. Puedes vestir muy bien y proyectar inteligencia, pero si cuando hablas eso no se demuestra, de nada servirá un uniforme impecable o un traje carísimo. Preocúpate primero por lo que está en tu mente.
  3. Que las instrucciones inicien desde el alto mando: desarrollar un manual de procedimientos que incluya un código de vestimenta, le servirá a tus colaboradores para tener las cosas claras, estar ubicados y conocer las directrices. Cuando un jefe exitoso dicta las reglas, es más fácil acatarlas para quienes lo admiran porque la admiración promueve la imitación.

Recuerda ser flexible con tus colaboradores y buscar siempre el balance. Un lugar de trabajo debe ser un espacio de profesionalismo y comodidad para los empleados. Empieza por creer en tu liderazgo y demostrarlo a los demás para que se acerquen a ti en cualquier situación. ¡Hazte notar!

Por Redacción Comercial | Prensa Libre 

Desarrollado por Royale Studios | Inbound Marketing by Niu Marketing