30 julio, 2018
La sociedad vive rodeada de individuos con uniformes.
Desde los niños pequeños que van al colegio, los policías de tránsito, las personas que atienden en restaurantes de comida rápida, en fin, los ejemplos son interminables.
Desde los niños pequeños que van al colegio, los policías de tránsito, las personas que atienden en restaurantes de comida rápida, en fin, los ejemplos son interminables.
Hay toda una trayectoria de su existencia en la civilización humana detrás de su uso. Descúbrela a continuación.
Y en cada persona, usar un uniforme genera sentimientos diferentes. Orgullo, privilegio, rechazo o incluso hasta vergüenza. La verdad es que aunque sea ropa, es una ropa con personalidad propia. Entonces ¿Por qué se una el uniforme? Las razones son dos: una práctica y una simbólica.
Por la práctica: lo usan los pintores, médicos de demás trabajadores por cuestiones de seguridad, higiene, limpieza y otras razones.
Por la simbólica: porque es un símbolo que se usa para representar a alguien o algo. “Al hablar de uniformes, hablamos de presentación social del cuerpo. La lógica social nos pide saber en todo momento quiénes somos dentro de la comunidad y los uniformes sirven para eso, para mostrar los parámetros de identidad, orden social y de necesidad de intercambio”, explica Josep Martí, antropólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, CSIC.
“Los primeros atuendos diseñados, respondían a la necesidad de diferenciar clases sociales y roles”, asegura Daniel Louzao, artista plástico y profesor de Historia de la indumentaria en la Escuela Superior de Diseño y Moda, Felicidad Duce, de Barcelona. Louzao asegura que:
Por su parte, Juan Antonio Pérez, catedrático de Psicología Social de la Universidad de Valencia, España, expresa que el uniforme produce tres efectos:
“El individuo pasa a ser un grupo al usar uniforme. Este ayuda a diferenciar colectivos con un vistazo. La diferenciación de este individuo dentro del colectivo nunca es neutra. Siempre expresa poder, estatus o prestigio”, indica Pérez.
Uniforme en pleno siglo XXI
“Ha pasado de ser simplemente ropa de trabajo a ser parte de la imagen corporativa y la estrategia de mercadotecnia de muchas empresa”, explica Louzao. No es casualidad que el primer uniforme de servicio con patente en EE.UU. fue el de la conejita Playboy. Para las empresas de servicios, el uniforme es el primer contacto visual que el cliente percibe. El uniforme es el elemento de comunicación de la empresa por excelencia. Su uso:
¿Y tú, te sientes orgulloso de portar el uniforme de tu empresa?
Por Redacción Comercial | Prensa Libre
Fuente: Jon Fernández para La Vanguardia, Los poderes del uniforme.
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