Los colores intervienen las emociones, estado de ánimo, bienestar y espíritu en un nivel verdaderamente profundo. Por eso, cuando se utilizan correctamente, según el tono de piel, ojos y cabello, los colores hacen que te veas y sientas muy bien. Es así como los demás nos perciben. Por tanto, el color no es sólo el lenguaje del físico, sino también del alma.

Los beneficios que aportan los colores han despertado la curiosidad por su análisis a través del tiempo. Esto ha llevado a determinar un significado estrecho entre el color y lo que se percibe de la persona al usarlo. Entre los tonos y significados que puedes usar en tu ropa, están los siguientes:

Negro: es el color de la autoridad y el poder. Es popular en la moda porque adelgaza y estiliza. Evita usar mucho negro porque parecerás inaccesible.

Gris: el color más popular para las entrevistas. Como no distrae la vista, el entrevistador pondrá más atención en lo que dices que en lo que usas. Representa sofisticación y confianza.

Blanco: es suave, neutral y va con todo. En un ámbito laboral proyecta pulcritud y simplicidad.

Rojo: el color más intenso y agresivo. Estimula el ritmo cardíaco y la respiración. El rojo resalta a quien lo usa pero también lo hace lucir más pesado.

Amarillo: animado, llama la atención y es el color más difícil de percibir por el ojo humano.

Verde: simboliza la naturaleza, es el que más fácilmente percibe el ojo humano.Transmite calma y frescura.

Azul: el color del cielo y del océano, es el más popular de los colores. Es pacífico, el azul claro estimula al cuerpo a producir químicos calmantes. Para una entrevista es el color ideal pues simboliza lealtad y control.

Café: sólido, confiable, es el color de la tierra y es abundante en la naturaleza. El café claro implica ingenuidad. En una entrevista refleja estabilidad y promueve la comunicación.