29 marzo, 2017
La ropa apropiada para un momento determinado puede comunicar confianza en nosotros mismos, estimular nuestra creatividad y entusiasmo y causar la impresión adecuada en un primer encuentro con otra persona.
Los hombres y mujeres de negocios saben que la primera impresión puede significar la diferencia entre el éxito o el fracaso de una operación comercial, la contratación para un nuevo trabajo o ese ascenso tan esperado. No hay duda que un ejecutivo elegante proyecta una buena imagen para la compañía para la cual trabaja, y ésta es una cualidad que es altamente apreciada por todas las empresas en el mundo.
Por eso, sin más preámbulo, a continuación te podrás enterar sobre cómo vestirte acorde a la etiqueta de vestuario en el lugar de trabajo:
La idea que hay que tener presente, según determina la consultora de Recursos Humanos Vilma Duarte, es que no debes usar nada que usarías en una discoteca o en un día de campo. Esto es olvidarse de los escotes pronunciados, las faldas muy cortas, el maquillaje muy llamativo, las pantalonetas, las sandalias y zapatos deportivos, entre otras prendas. Al vestirte, debes tomar en cuenta que tu indumentaria debe reflejar respeto por quien eres, la profesión u oficio que desempeñas, tu puesto y tu compañía.
Lo básico: existen reglas inflexibles de limpieza y cuidado de la ropa. Los trajes y vestidos deben estar bien planchados y con todos los botones puestos; las camisas, pañuelos y corbatas deben estar impecables. Los zapatos deben ir bien lustrados y limpios; en el caso de las mujeres, las medias se llevan en perfectas condiciones; el cabello debe estar cortado según el largo que sugiera la moda, pero sin excesos de ningún tipo.
Por Farah Illescas | Prensa Libre
Fuente: Vilma Duarte, consultora en recursos humanos, Teléfono 5949-4096, [email protected]
Etiqueta, Hoy. Editorial América, S.A.
Los hombres siempre deben estar bien afeitados, peinados, perfumados y con las manos limpias. Al igual las mujeres, sus uñas deben estar limpias y pintadas con colores discretos; moderar su maquillaje y la cantidad de perfume.
Para ellas: evita las prendas muy ceñidas y los tacones muy altos. Los trajes formales de dos piezas con falda hasta las rodillas no pasan de moda y sugieren autoridad. Los pantalones formales son imprescindibles en tu guardarropa. Trata de tener los colores básicos (negro, café, azul y beige) para lograr muchas combinaciones con blusas y sudaderos igualmente discretos. Los tacones medios, las botas y los zapatos bajos formales también son el complemento adecuado para estos vestuarios. La joyería también debe ser mínima y discreta.
Para ellos: el traje formal de dos piezas es, sin duda, el vestuario más seguro para un ejecutivo. El toque de originalidad se reflejará en el corte de los trajes, la combinación de colores y los accesorios que lleves. Los trajes azules o grises obscuros se ven muy bien con camisas blancas de mangas largas y corbatas con estilo, aunque nada demasiado llamativo. Asegúrate que tus zapatos estén relucientes y utiliza calcetines obscuros, que vayan con el color de tu pantalón. No te bañes en loción, mejor estiliza tu rostro y además, olvídate de usar gorras o sombreros.
Forma y fondo: tanto hombres como mujeres deben saber que el entalle de la ropa es esencial para causar una buena impresión. Un saco muy holgado, una falda muy ancha, o una blusa o camisa formal muy apretada dan la impresión de mal gusto, desorden y descuido que es rechazada por muchas personas.
Más vale tomarse un tiempo con anticipación para arreglar prendas que estén muy grandes, pequeñas o tengan algún desperfecto. Esta inversión dará resultados directos en cuanto a la imagen que otros armen de ti en un entorno de trabajo.
Y recuerda, “la alegría de vestir es un arte”, según afirma el afamado diseñador británico John Galliano. Por lo tanto, dale prioridad a tu comodidad y a las prendas que reflejen el lado positivo de tu personalidad y aumenten la seguridad en ti mismo.
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