24 octubre, 2018
Tu oportunidad empieza en la entrevista de trabajo. El posible candidato al puesto disponible tendrá más puntos a su favor si se proyecta como un elemento indispensable, el eslabón perdido, la pieza que le hace falta al motor de esa empresa.
Empieza por ser puntual. Es preferible que esperes diez minutos o incluso media hora, pero es necesario que salgas con tiempo de tu casa. Nunca se sabe que podrás encontrar en el camino, por lo que mejor toma precauciones.
Luego, adapta tu estilo de vestir al código de la empresa. Así como el modo en que actuarías para gustarle a una persona de la que te has enamorado: vestir lo mejor que puedas, ponerte lo más atractivo posible, lucir tu mejor sonrisa y simpatía. Reprodúcelo en esta circunstancia, pero sin excesos, pues no vas a una boda ni a una fiesta.
Si el código de la empresa es muy formal, lleva un traje oscuro, jamás negro, impecable. Zapatos bien lustrados, corbata discreta y no cargar tu estilo con llamativos completos. Si el código de la empresa es muy casual, está bien llevar un blazer con unos pantalones chinos y una camisa formal muy limpia. Y en último caso, sea cual sea el perfil de la empresa, este último estilo será percibido como coherente y adecuado para cualquier entrevistador.
Y al hablar de entrevistador, el asesor de imagen español Bere Casillas, aconseja que, si te lo puedes permitir, acudas a tu entrevista de trabajo con ropa nueva. “El entrevistador lo detectará sin duda, porque estos profesionales no solo van a valorar tus conocimientos técnicos, tu capacidad de liderazgo y tu actitud ante la vida; también evaluará tu posible comportamiento frente a sus clientes y comprobarán que estás a la altura de lo que ellos esperan”, explica el especialista.
Al acudir a la entrevista, intenta subir un nivel de formalidad por encima del que ellos mantienen, jamás por debajo. Es mejor sorprender al entrevistador por arriba, que causar una impresión escasa o pobre.
Si ya tienes el puesto ¿para cuándo el ascenso?
Al pensar en un ascenso, las cualidades que serán más valoradas en una empresa serán la capacidad, el grado de compromiso por la compañía y la ejecución profesional. Alguien que le ha entregado años de su vida a la empresa y ha demostrado repetidamente su compromiso con ella, será alguien a quien no querrán dejar ir fácilmente. Pero aparte de estas capacidades, los socios de la compañía también deben considerar la imagen que transmite la persona en cuestión.
Por eso si pretendes ascender en la empresa, debes tener en cuenta que cuanto más elevadas sean tus miras, más relevancia adquieres para los clientes. Cuanto más subas en el escalafón, más determinantes y con mayor capacidad de influencia serán los clientes con los que te relaciones. Y aquí entra en juego tu estilo. Si eres una persona con un estilo de vestir adecuado a la imagen que esa empresa quiere trasladar, tendrás más posibilidades de ascender, por supuesto, siempre que cumplas el resto de criterios arriba mencionados. En caso contrario, serás un mal ejecutivo bien vestido.
Fuente: Hombres con Estilo: Aprende a vestir con éxito en cualquier situación. Bere Casillas, Editorial Lid.
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