8 octubre, 2018
Al imaginarte a un caballero, lo primero que sueles visualizar es un traje, ¿no es cierto? Pero ser un caballero no solo significa vestirse bien y con elegancia. Sin embargo ser un caballero no solo se trata de eso. Es un estilo de vida que se aplica a todos los ámbitos de tu entorno, dentro del cual debes sentirte cómodo.
Son cuatro los aspectos que definen a un caballero: el cuidado de la imagen, la educación y respeto, las relaciones de pareja y la familia
Ocúpate de tu imagen personal
No se trata de ser superficial sino de ocuparse de lo primero que ven todas las personas al conocerte, tu imagen. La higiene es clave para crear una magnifica impresión en cualquier persona que conozcas, incluso un futuro jefe. Que la ducha sea parte de tu rutina diaria, así como el cuidado de tu pelo, el uso de desodorantes y el lavado de manos, cada vez que sea necesario.
Un caballero debe mantener una imagen de su cuerpo lo más impecable posible. Busca siempre un peinado favorecedor y saca el mayor partido del tipo de cabello que te dio la naturaleza. Que tu peinado sea poco extravagante, evita el exceso de gel y si tienes algún padecimiento como la caspa o la alopecia, no lo dejes al tiempo y encuéntrale solución.
Los dientes blancos y fuertes se asocian a la salud, por lo que a la par de tu barba muy bien estilizada, debes cuidar que tu boca esté siempre limpia y tengas buen aliento. No está de más recordar que unas manos masculinas también le pertenecen a un caballero integro. Esto es mantenerlas limpias y con las uñas cortas. Si se llegaran a resecar mucho por tu tipo de trabajo, no estaría de más usar una crema humectante.
Todo caballero sabe adaptarse a la situación que lo requiera. Apuesta por un armario con el que puedas combinar tu estilo propio con cosas sencillas. No se trata de ser extravagante sino de mantener los códigos según el contexto. Conserva la meticulosidad a la hora de cuidar tu ropa: plancha tus camisas, limpia y lustra tus zapatos y cuida todos los detalles.
Ponle cuidado a tu comunicación no verbal
La comunicación no verbal a veces se da por sentado pero es tan importante como las propias palabras. Al saludar a otro hombre que acabas de conocer, aprieta su mano con firmeza, no demasiado fuerte y haz contacto visual sin desafiar con la mirada. En el saludo con una mujer, los besos en las mejillas son adecuados solo cuando es alguien de confianza. Un apretón de manos quedará mejor si estás en una situación laboral o empresarial.
Evita ser muy expresivo con las manos porque darás la impresión de ser nervioso, agresivo y muy poco elegante. Evita también el contacto físico excesivo, como las palmadas fuertes, mejor respeta el espacio personal de los demás.
Sé educado y respetuoso
Respeta el tiempo de los demás y aprende a ser puntual. Si por alguna razón no puedes llegar a tiempo, avisa a las personas con anticipación. También te sirve mostrar interés por los demás. Si viajas en transporte público, cede tu asiento a un adulto mayor o a quien lo necesite, aguanta la puerta del elevador para quien se apresura a subir, demuestra apoyo por un amigo o un familiar enfermo o en necesidad, apoya siempre a tus compañeros de trabajo o adelántate a una fiesta para ayudar al anfitrión a preparar los detalles. Así encontrarás otras situaciones en las que podrás tender una mano de maneras diferentes, sin necesariamente recibir algo a cambio.
Un caballero nunca debe:
Busca siempre cultivarte, leer libros y viajar te ayudará a ser una persona interesante que pueda mantener diversos temas de conversación. Todo en su justa medida pues, hablar solo de ti mismo y de lo inteligente que eres te hará lucir pedante, tampoco hables mucho de ti mismo.
¡Importante!
Por Redacción Comercial | Prensa Libre
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