18 enero, 2017
Cada vez más se encuentran anécdotas en redes sociales sobre malas experiencias con las empresas, en relación con sus productos o servicio al cliente. Una historia de descontento y mala atención se traduce en una queja pública que lanza una alarma a los posibles clientes que la leen. Con una buena estrategia y un poco de empatía, las empresas resuelven estos altibajos de las maneras más creativas para recompensar los inconvenientes experimentados por los consumidores.
Sin embargo, no todos los negocios ponen atención al momento en el que sus clientes viven la experiencia de sus marcas. “La gente no compra con la cartera, sino con el corazón; es decir, las adquisiciones son emotivas y no racionales”, explica el consultor Enrique Rojas, especialista en márquetin y branding.
Es por eso que el servicio al cliente también es clave: “la atención de calidad produce emociones; es el momento que hace sentir bien al consumidor. Para conseguirla, las empresas deben tener el deseo de servir, de ser útiles, de estar para el otro”, añade Ricardo Shahin, coach empresarial.
La cara de tu empresa: Desde el punto de vista del cliente, el momento de conocer a un representante de la empresa contratada es crucial para determinar el profesionalismo de la misma. Si vas vestido de la manera correcta, generarás confianza y será más fácil demostrar que lo sabes todo acerca de tu producto o del servicio que prestas.
El vestuario para reunirte con clientes deberás decidirlo en función de la hora del día, el lugar de reunión y el tipo de cliente con el que te reunirás. Antes de determinar un guardarropa ejecutivo, debes tener en mente que al dar la cara con algún cliente, lo harás en representación de tu empresa u organismo para el que trabajas. Una imagen bien cuidada demuestra un respeto inicial por el cliente.
Dirígete a él o ella siempre de usted, independientemente de su edad, ya habrá tiempo de cambiar dicho trato durante la conversación. Y siempre saluda y despídete con educación.
Apretón de manos: Aunque suceda de manera inconsciente y automática, el apretón de manos en un saludo y la posición que adopten las palmas será muy importante para determinar el resultado de una reunión. Un apretón de manos transmite subconscientemente: dominio, sumisión e igualdad.
La sensación de dominio se transmite al girar la mano hacia abajo cuando se estrecha la del cliente. La palma debe quedar de tal modo que la otra mano quede situada en la parte superior y con ello, se deje saber su deseo de controlar la reunión.
Este saludo transmite sumisión cuando se ofrece la palma de la mano mirando hacia arriba. Resulta efectivo cuando se le quiere delegar el control a otra persona y que ella sepa que lleva las riendas de la situación. También sirve para pedir disculpas a un colaborador o a un contacto de negocios.
Por el contrario, cuando quiere crearse un clima de armonía, al momento de saludar debes mantener la palma de la mano en posición vertical y presionar con la misma fuerza con la que tu interlocutor te saluda.
Datos sobre las experiencias de los consumidores:
Las buenas experiencias atraen clientes:
Las malas experiencias alejan a los clientes:
Por Redacción Comercial | Prensa Libre
Fuentes: Brian Solis, analista principal de Altimeter Group.
El Lenguaje del Cuerpo en el Trabajo. Allan Pease y Barbara Pease. Amat Editorial.
1000 consejos sobre buenas. Servilibro Ediciones, S.A.
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