15 febrero, 2018
Tal vez necesitas quedarte a cuidar a tus hijos o están remodelando la oficina y no hay lugar donde sentarte a trabajar. O quizá te aventuraste a tomar un trabajo freelance para tener una entrada extra a tu salario. De cualquier manera, en la actualidad es muy común trabajar desde casa, también conocido como telecommuting.
La tecnología de hoy permite esta flexibilidad pues no pierdes la conectividad. Pero sentarte a trabajar en tu sala tendrá otros obstáculos que deberás vencer. No tendrás a tu jefe enfrente, pero hay más cosas que podrían distraerte.
Entre la televisión, la comida, los pendientes, los niños, las mascotas y otras, hay miles de trabas entre tu trabajo y tú. Por eso es necesario pulir ciertas habilidades para ser eficiente desde la comodidad de tu casa.
Disciplina: Esta te será necesaria sentarte y trabajar las horas necesarias. Comenzar y terminar en tus horas usuales te permitirá entrar en tu mentalidad de “trabajo”.
Automotivación: Al no tener la presencia de un jefe, deberás terminar tu día contigo mismo como tu único supervisor. Tener tus metas del día claras te ayudará a no distraerte de tu objetivo.
Organización: Ten la misma mentalidad organizativa en el escritorio de tu casa que en el cubículo de la oficina. Organiza tu tiempo, tu espacio y tus prioridades. Sin ellos estarás en camino a dejar más de algo inconcluso.
Confiable y responsable: Algunos jefes son reacios a permitir el telecommuting pues no están cerca para ver el trabajo y temen no cumplir con las fechas de entrega. Por ello debes de ser incluso más confiable que estando en la oficina. De tu responsabilidad dependerá tu trabajo y la seguridad que tus clientes o jefes pongan en ti.
Tecnología: El celular, la computadora, Tablet y otros gadgets harán tu trabajo más sencillo.
Detalles a tomar en cuenta: Toma estas recomendaciones y aplícalas a tu caso, pues lo que funciona para unos, no funciona para todos.
Un lugar especial: Ya sea en una esquina de la cocina o un cuarto que volviste estudio, encuentra el lugar indicado para trabajar. Este será uno lejos de distractores, con buena ventilación, luz y comodidad. Procura que no esté donde pasen los demás habitantes de la casa para que no te interrumpan mientras trabajas.
Una conectividad estable: A tu lugar de trabajo debe llegar buena señal de WiFi y recepción de teléfono. Así podrás mantenerte en contacto, hacer tus investigaciones, chequear tu correo y atender a clientes o compañeros que necesiten de ti.
Un esfuerzo de familia: Atender a tu familia mientras estas en casa es habitual y no puedes hacerlo a un lado, por eso es bueno establecer límites desde un inicio. De esta forma no desatenderás ninguna de tus responsabilidades. Si tienes hijos lo mejor es tener a un adulto más en casa para atenderlos. Si son mayores, recuérdales que estás trabajando y que deben respetar tus horarios.
Horarios establecidos: Algunas personas trabajan mejor de noche, otras de día, pero sin importar qué momento del día escojas, mantente en el horario que establezcas. Te ayuda a organizarte y a ser confiable. También te ayudará a tener una jornada laboral sana, sin sobrepasar tus límites.
Trabajar desde casa no significa dejar de ser parte de tu equipo. Mantén un diálogo abierto con tus compañeros y colegas. Se cordial y ofrece tu ayuda aunque no los veas todos los días. Así lograrás tu cometido y contribuirás a realizar bien el trabajo de todos.
Por Redacción Comercial | Prensa Libre
Fuentes: Work From Home Handbook, por Diana Fitzpatrick J.D, NOLO, USA Today. Teleworking Mum: The Essential Work from Home Guide for Parents, por Maria Montesano, Red Bullet Research and Communications. Teletrabajo Hoy: Como Hacer Dinero Y Mejorar Tu Vida Trabajando En Linea, por Alexis Bellido, Ventanazul LLC. Guía de Búsqueda de Trabajo en Internet por Flavia Tomaello, Atlantida
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