Existen dos factores que tienen mucha influencia en la vida de nuestro uniforme: el uso que damos a las prendas y el lavado. Un correcto cuidado de la ropa de trabajo es muy importante para garantizar su máxima durabilidad. Aquí te damos estos trucos sencillos y eficaces para que tu uniforme te dure más tiempo, ¡y luzca siempre como nuevo!

Antes de lavar

Cierra las cremalleras, vacía los bolsillos, utiliza bolsas de tejidos delicados y asegúrate de que no haya botones sueltos que pudieran caerse durante el lavado.

Lee bien las etiquetas

Evita cortar las etiquetas de tus prendas ya que contienen la información básica de lavado, secado y planchado. Recuerda que cada prenda tiene sus propios cuidados y precauciones por eso comprueba siempre las necesidades de cada una.

Separa la ropa por colores

Nunca laves todas las prendas a la vez, tomate un tiempo para separar la ropa blanca y de color, la delicada y la deporte. Así, evitarás que se dañen entre sí en caso de que alguna destiña y conseguirás un lavado más eficiente.

Dale la vuelta

Al lavar la ropa al revés los colores se desgastan menos, evitas que los estampados se estropeen e impides que salgas esas bolitas y manchas blanquecinas que le dan un aspecto envejecido.

La temperatura ideal

Lo más recomendable es lavar tu uniforme con agua fría o templada a 30°C. Las prendas que tienen fibras sintéticas como la licra, son muy sensibles al calor y terminan perdiendo elasticidad y forma. Solo las prendas de algodón se lavan a más de 40°C.

Si usas secadora

No lo hagas con programas largos ni a temperatura muy alta ya que la ropa se reseca, queda áspera y poco a poco se estropea. Además, sale muy arrugada y cuesta mucho plancharla.

Después de lavar

Una vez que haya terminado el ciclo de lavado no dejes la ropa dentro de la lavadora durante mucho tiempo. Tiende la ropa bien extendida evitando el sol directo, utiliza pinzas ergonómicas que no dejen marcas y cuelga las camisas con serchas.

A la hora de planchar

Si quieres que el planchado sea más fácil solo debes planchar la ropa del revés, ligeramente húmeda y a la temperatura más baja posible. Así no se perjudica tanto el tejido y se evitan brillos.

Guárdala adecuadamente

Dobla la ropa recién planchada y guárdala en el armario sin amontonar, usa serchas acolchadas para las blusas, vestidos y camisas; dobla correctamente los pantalones en serchas especiales con los cinturones aparte.

Incorporando estos pequeños consejos a tu rutina habitual lograrás alargar la vida de tu uniforme fácilmente. 

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