8 enero, 2021
Un lapicero en mala posición o un accidente con la tinta pueden arruinar tu prenda. Es una situación habitual en la ropa que utilizas para el trabajo. Si quieres salvar tu uniforme de esas molestas manchas, pon en práctica estas recomendaciones que te presentamos a continuación.
Lo más importante es actuar lo antes posible. La tinta tiene pigmentos que se impregnan con mucha rapidez en las prendas y que en general el sacado es más rápido. Por esto, una reacción rápida es fundamental para poder rescatar tu uniforme.
Existen tintas lavables, que por lo regular están hechas para material escolar y en especial para el uso de niños menores. Están hechas a base de agua, por lo tanto, es más sencillo de quitar en la prenda. Por otro lado, está la tinta de lapiceros regulares. Es más compleja de quitar, pero no imposible. Por último, se encuentra la permanente. Como lo indica su nombre, en este caso es imposible de eliminar. Lo más recomendable es deshacernos de esa prenda y renovarla.
Lo primero es limpiar la mancha por encima. Usa pedazos de papel higiénico o servilletas, doblado para formar varias capas (evitarás mancharte las manos) y empuja con fuerza sobre la zona afectada. Lo más recomendable es hacerlo sobre una mesa. Es importante que presiones y no frotes para no correr más la tinta. El propósito es que se absorba todo el excedente.
Si la mancha fue con tinta a base de agua, no te alarmes tanto. Bastará con lavar la prenda con normalidad, una lavada con agua caliente será suficiente sobre todo si es reciente. Por lo contrario, si hablamos de lapicero regular, es necesario hacer un tratamiento previo para poder eliminarla. Aplica alcohol en spray sobre la mancha para diluir la tinta y ayudar a que se despegue de la tela. Por último, colócala sola en la lavadora y continua el procedimiento normal.
Es posible que hayas escuchado este consejo de la abuela, aunque no lo creas es un quita manchas muy efectivo. Calienta un poco de leche en una taza al punto que esté tibia, déjala caer encima de la tinta y luego en remojo unos minutos. Para concluir, lava el exceso de leche y coloca el uniforme en la lavadora para realizar el proceso de lavado regular.
Recuerda que cada caso es diferente y la peor lucha es la que no se hace. Estos consejos te ayudarán a salvar tu ropa de trabajo, ya que es imprescindible un uniforme limpio para darle una buena presentación a la empresa. Si en caso extremo esa mancha de mal gusto no se quita, es vital que pienses en renovar tu uniforme lo antes posible.
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